Guía ornitológica: el Faedo de Ciñera
Guía ornitológica: el Faedo de Ciñera

Guía ornitológica: el Faedo de Ciñera

Descubre las aves que puedes encontrar en el Faedo de Ciñera

El Faedo de Ciñera está situado en plena Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga; en 2007 fue reconocido por el Ministerio de Medio Ambiente como “Bosque mejor cuidado de España”.

En su entorno es posible descubrir tres ambientes muy distintos. El bosque de hayas da cobijo a una nutrida comunidad de aves forestales que encuentran alimento y refugio en estos frondosos árboles.

Muy cerca de él, asentado en las laderas más soleadas, donde la sequedad ambiental es mayor, crece un bosque abierto de encinas.

Por último, el arroyo del Villar, el mismo que cruza el hayedo, ha esculpido una angosta garganta donde apenas sobreviven algunas especies de aves muy bien adaptadas a vivir entre estas paredes verticales de roca.

El Hayedo: Un Refugio para las Aves Forestales

El bosque de hayas constituye el hábitat principal del Faedo de Ciñera. Los árboles centenarios, con sus troncos gruesos y su densa copa, proporcionan cavidades para la nidificación y una abundante oferta de insectos entre la corteza y las ramas.

Las aves forestales que habitan el hayedo encuentran aquí todo lo necesario: alimento durante todo el año, lugares seguros para criar, y refugio frente a depredadores y condiciones meteorológicas adversas.

Durante el otoño, cuando las hayas producen su fruto (el hayuco), algunas especies complementan su dieta insectívora con estas nutritivas semillas.

Aves Frecuentes del Faedo

Estas son las especies que encontrarás con mayor facilidad durante tu visita al bosque:

Herrerillo Común (Cyanistes caeruleus)

Pequeño y vivaz, con su característico gorro azul. Se desplaza constantemente por las ramas en busca de insectos y larvas. Su canto alegre y variado es uno de los sonidos más habituales del bosque.

Carbonero Común (Parus major)

El carbonero es algo mayor que el herrerillo y presenta un plumaje amarillo con una llamativa corbata negra. Muy adaptable, aprovecha tanto los insectos del verano como las semillas del invierno. Anida en cavidades de los árboles viejos.

Mito (Aegithalos caudatus)

Inconfundible por su larga cola y su aspecto esponjoso de color rosado y blanco. Suelen desplazarse en pequeños grupos familiares, emitiendo constantes reclamos de contacto mientras buscan insectos en las ramas más finas.

Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs)

Uno de los pájaros más abundantes del bosque. El macho luce colores vistosos con pecho rosado y doble banda alar blanca. Su canto melodioso es especialmente notable en primavera. Se alimenta principalmente en el suelo, buscando semillas.

Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla)

Pájaro discreto pero de canto excepcional. El macho presenta un característico capirote negro, mientras que el de la hembra es rojizo. Su melodioso canto rivaliza con el del ruiseñor y es frecuente escucharlo entre la espesura del hayedo.

Agateador Común (Certhia brachydactyla)

Especialista en trepar por los troncos. Con su pico curvado busca insectos y arañas en las grietas de la corteza. Su plumaje críptico lo hace casi invisible cuando está pegado al tronco de un haya.

Lavandera Cascadeña (Motacilla cinerea)

Ligada al arroyo del Villar, esta elegante ave de vientre amarillo brillante y cola muy larga se mueve constantemente entre las rocas del cauce. Su vuelo ondulante y el incesante movimiento de su cola la hacen inconfundible. Busca insectos acuáticos en las orillas y sobre las piedras del arroyo.

Avión Roquero (Ptyonoprogne rupestris)

Este hirundínido de color pardo grisáceo habita en las paredes rocosas de la garganta que forma el arroyo. Con su vuelo potente y ágil, patrulla incansablemente los cortados rocosos cazando insectos al vuelo. Las manchas blancas de su cola son visibles cuando la abre en abanico.

Aves Singulares: Las Joyas del Faedo

Además de las especies comunes, el Faedo alberga algunas aves especialmente interesantes que requieren hábitats muy específicos:

Trepador Azul (Sitta europaea)

El trepador azul es sin duda una de las aves más llamativas del hayedo. Su capacidad para desplazarse por los troncos tanto hacia arriba como hacia abajo, incluso cabeza abajo, lo hace único entre las aves forestales españolas.

Características:

  • Tamaño similar al de un gorrión (14 cm)
  • Dorso azul grisáceo y vientre anaranjado
  • Banda negra que atraviesa el ojo
  • Pico largo y robusto

Comportamiento: El trepador azul alcanza sus mayores densidades precisamente en hayedos como el de Ciñera, donde puede haber entre 16 y 70 aves por kilómetro cuadrado. Su musculatura especialmente desarrollada en las patas le permite aferrarse firmemente a la corteza mientras desciende boca abajo, técnica que ninguna otra ave española puede realizar.

Se alimenta principalmente de insectos en verano y complementa su dieta con semillas y frutos secos en otoño e invierno. Una característica curiosa es su comportamiento previsor: almacena alimento en grietas de la corteza para los meses más duros.

Nidificación: Anida en cavidades de árboles, frecuentemente en antiguos agujeros excavados por picos. Lo más curioso es que reduce el tamaño de la entrada añadiendo barro, adaptándola a sus necesidades y evitando que entren competidores de mayor tamaño.

Su canto es una serie de silbidos potentes y repetitivos: “tuit-tuit-tuit” o “chuic-chuic-chuic”, que resuenan entre los troncos del hayedo.

Treparriscos (Tichodroma muraria)

Si el trepador azul es notable, el treparriscos es simplemente espectacular. Esta es una de las aves más raras y buscadas por los observadores de aves en toda Europa.

Características:

  • Plumaje gris con alas carmesí espectaculares
  • Vuelo como de mariposa gigante
  • Pico largo y curvado
  • Tamaño algo mayor que un gorrión (15-17 cm)

Hábitat: Durante la época de cría (primavera y verano), el treparriscos habita en los roquedos de alta montaña, normalmente por encima de los 2.000 metros. Sin embargo, a partir de septiembre realiza movimientos altitudinales descendiendo a cotas mucho más bajas.

Es en otoño e invierno cuando puede observarse en las paredes verticales de la garganta del arroyo del Villar. Estas paredes rocosas, aunque a menor altitud que su hábitat de cría, ofrecen las condiciones que necesita: cortados verticales donde buscar arañas e insectos en las fisuras de la roca.

Comportamiento: El treparriscos trepa por las paredes verticales con una agilidad sorprendente, moviendo sus alas carmesí de manera constante, lo que le da ese aspecto de mariposa gigante. Con su largo pico explora meticulosamente cada grieta en busca de insectos y arañas.

Es un ave bastante confiada pero puede resultar difícil de localizar cuando se pega a la roca, donde su plumaje gris se mimetiza perfectamente. Su vuelo entre diferentes puntos del roquedo es ondulante y llamativo.

En la provincia de León, el treparriscos está presente en la Cordillera Cantábrica, incluyendo zonas como las Hoces de Vegacervera y Valdeteja, muy próximas al Faedo de Ciñera. Su presencia en las gargantas rocosas del entorno es una muestra más de la riqueza ornitológica de esta zona.

El Encinar: Un Hábitat Complementario

El bosque de encinas que crece en las laderas más soleadas complementa la oferta de hábitats del Faedo. Aunque comparte muchas especies con el hayedo (carboneros, herrerillos, agateadores), el ambiente más seco favorece la presencia de otras aves adaptadas a bosques mediterráneos.

El trepador azul, aunque prefiere los hayedos, también puede encontrarse ocasionalmente en estos encinares cuando tienen árboles de gran porte.

La Garganta Rocosa: Un Mundo Vertical

Las paredes verticales esculpidas por el arroyo del Villar constituyen un microhábitat único. Aquí, donde apenas pueden crecer árboles, sobreviven especies especializadas en la vida rupícola:

  • El avión roquero nidifica en pequeñas cavidades y repisas
  • El treparriscos busca insectos en las grietas durante el invierno
  • La lavandera cascadeña habita en las orillas rocosas del arroyo

Este contraste entre el bosque frondoso y las paredes desnudas crea una diversidad de hábitats que enriquece notablemente la comunidad de aves del Faedo.

Consejos para la Observación de Aves

Mejor época:

  • Primavera (abril-junio): Máxima actividad, cantos nupciales, construcción de nidos
  • Otoño (septiembre-noviembre): Llegada del treparriscos, colores espectaculares del hayedo
  • Invierno (diciembre-febrero): Bandos mixtos de pequeñas aves, treparriscos en las rocas

Qué llevar:

  • Prismáticos (fundamentales)
  • Guía de aves de España
  • Ropa de colores discretos
  • Paciencia y silencio

Dónde buscar:

  • Trepador azul: En los troncos de las hayas más viejas, especialmente cerca del Haya Fagus
  • Treparriscos: En las paredes rocosas de la garganta, desde otoño hasta primavera
  • Lavandera cascadeña: A lo largo del arroyo del Villar, sobre las piedras
  • Avión roquero: Volando cerca de los roquedos verticales
  • Pequeñas aves forestales: Por todo el hayedo, en grupos mixtos durante el otoño e invierno

Conservación y Respeto

El reconocimiento del Faedo como “Bosque mejor cuidado de España” implica una responsabilidad para todos los visitantes:

  • Mantén el silencio para no molestar a las aves
  • No te salgas de los senderos marcados
  • No toques ni molestes los nidos
  • Llévate toda tu basura
  • Respeta las zonas de acceso restringido

Las aves del Faedo forman parte de un ecosistema delicado que ha tardado siglos en alcanzar su equilibrio actual. Nuestra visita debe ser lo más respetuosa posible para que estas especies puedan seguir habitando este bosque excepcional.


Más información sobre el Faedo:

¿Has visto alguna de estas aves en el Faedo? Comparte tus observaciones y ayúdanos a conocer mejor la riqueza ornitológica de este bosque único.

Visita guiada al Faedo de Ciñera

Si deseas conocer más sobre el Faedo de Ciñera, contrata un tour guiado. Pulsa el siguiente botón y envía un mensaje por WhatsApp y hazlo ahora.

Reserva tu tour guiado