Pozo Ibarra: Historia Minera del Faedo de Ciñera | Castillete 1930

Pozo Ibarra: Historia Minera del Faedo de Ciñera

Ciñera entra en la historia de León de la mano de la minería del carbón para constituirse en un núcleo obrero de importancia alrededor de la explotación minera del Grupo Ciñera. En 1913, lo que denominaban "el barrio obrero de la mina" albergaba unos 300 habitantes.

Los Orígenes: Finales del Siglo XIX

Las primeras minas y las primeras instalaciones ya habían comenzado a finales del siglo XIX en terrenos de la concesión denominada Bernesga 3ª. Sin embargo, estas explotaciones iniciales eran pequeñas y no contaban con la infraestructura necesaria para una extracción a gran escala.

El carbón extraído provenía de las capas de la Formación Pastora, formadas hace 310 millones de años en antiguos pantanos del Carbonífero Superior. Estas mismas capas de carbón son las que inspiraron la leyenda de Haeda, conectando magia, geología y historia minera.

1919: El Gran Proyecto de Hullera Vasco-Leonesa

Hasta 1919, Hullera Vasco-Leonesa no se decide a comenzar los trabajos para la instalación de un pozo maestro de extracción. Fueron trabajos complicados que no se finalizarían hasta 1930.

Características técnicas del pozo:

  • Profundidad: 150 metros
  • Sala de máquinas: Construida entre 1919-1930
  • Oficinas: Completadas en 1930
  • Explanada: Terrenos allanados para el castillete

El Castillete: Símbolo de una Época

El castillete del Pozo Ibarra fue construido por la Constructora Gijonesa, que cobró 84 céntimos por kilogramo para toda la obra montada y pintada. Una construcción que se convertiría en el símbolo del pueblo durante casi 70 años.

Características del castillete:

  • Altura: 31,5 metros
  • Peso: 60 toneladas de hierro
  • Estructura: Torre en forma de paralelepípedo
  • Columnas: Cuatro de hierro divididas en seis tramos
  • Uniones: Cartelas de chapa roblonadas

Noviembre de 1930: La Inauguración

La inauguración del pozo y del flamante y brillante castillete tuvo lugar en noviembre de 1930, siendo presidente de Hullera Vasco-Leonesa Francisco de Ibarra, del que toma el pozo el nombre con el que es conocido.

En una fría mañana, unos 25 invitados entre autoridades provinciales, directivos de la empresa y empleados, subieron hasta la explanada del pozo en un Hispano y una camioneta y quedaron inmortalizados para la posteridad en una fotografía a los pies del castillete.

Castillete del Pozo Ibarra

Dato histórico: Desde 1930 hasta su cierre en 1996, el pozo y su castillete han sido testigos mudos del paso del tiempo. Generaciones de mineros de Hullera Vasco-Leonesa se han retratado a sus pies como quien busca el cobijo de un haya centenaria.

La Guerra Civil: Resistencia bajo el Fuego

Durante los años fratricidas de la Guerra Civil española, el castillete resistió la dinamita que quiso tumbarlo. Este intento de destrucción quedó como testimonio de los tiempos convulsos que vivió la comarca.

Rodeado de robledales y canchales, el castillete siguió en pie, impertérrito ante las tormentas, con profundas raíces en la tierra gordonesa, como las hayas del Faedo.

Décadas de Actividad: El Corazón Económico de Ciñera

Durante casi 70 años, el Pozo Ibarra fue el corazón económico de Ciñera. Miles de mineros bajaron cada día por el pozo, trabajando en condiciones duras para extraer el carbón que alimentaba la industria española.

La vida de los mineros

Los trabajadores que se dirigían a las minas pasaban cada día junto al Haya Fagus de 500 años. El árbol centenario ha sido testigo de:

  • Las caminatas diarias de los mineros al trabajo
  • Los aludes que cobraron vidas en el Puente de Palos
  • Las "hacenderas" cuando las mujeres y niños abrían camino en la nieve
  • Las jornadas de duro trabajo en el interior de la tierra

Como cuenta el Haya Fagus: "En honor a ellos nuestros troncos y raíces crecen tortuosos en vez de rectos y altivos. Recuerdo el sonar de las campanas de los pueblos vecinos tocando a 'hacendera' y mujeres y niños venían a hacer camino en la nieve para que, tras la jornada en la mina y la gran nevada, papás y maridos pudiesen volver a casa a pasar la noche."

Puente de Palos, camino histórico de los mineros

1996: El Cierre del Pozo

En 1996, el Pozo Ibarra cerró definitivamente sus puertas. La crisis de la minería del carbón en España, junto con la reconversión industrial, marcó el fin de una era para Ciñera.

El castillete quedó en pie como testigo mudo de la historia minera del valle de Gordón. Hoy, desde la ruta del Faedo, se puede ver su silueta recortada contra el cielo, recordando a las generaciones que trabajaron bajo tierra.

El Legado: De la Minería a la Naturaleza

Con el cierre de las minas, Ciñera podría haber quedado como tantos otros pueblos mineros: abandonado y olvidado. Sin embargo, los vecinos decidieron que su futuro estaría ligado a la conservación del Faedo.

Hoy: Patrimonio Industrial Protegido

El castillete del Pozo Ibarra es hoy un elemento de patrimonio industrial que merece ser conservado y valorado. Forma parte de la ruta del Faedo como testimonio histórico de la vida que durante un siglo se desarrolló en torno a las minas.

Visible desde algunos puntos de la ruta, especialmente desde la zona de la bocamina rehabilitada, el castillete nos recuerda que el paisaje del Faedo no es sólo natural: es también un paisaje cultural, modelado por generaciones de trabajadores.

Visitar el Pozo Ibarra durante tu Ruta

Durante tu recorrido por el Faedo, presta atención a:

  • La bocamina "menos 50" rehabilitada: Primer contacto con el patrimonio minero
  • El castillete visible desde la explanada: Sobre la escombrera restaurada
  • El Puente de Palos: Donde los mineros cruzaban el arroyo
  • Los caminos históricos: Usados por trabajadores desde Villar y Vegacervera

Conexión con la Leyenda de Haeda

La leyenda de Haeda conecta mágicamente el bosque con el carbón: según el relato, las rocas encendidas por la bruja buena para dar calor a las familias se transformaron en las vetas de carbón que después explotarían los mineros.

Así, la historia del Pozo Ibarra cierra el círculo: de la leyenda al trabajo real, del mito a la industria, y finalmente, con el cierre de la mina, de vuelta a la conservación del bosque que todo lo origina.

Un Monumento a los Mineros

El castillete del Pozo Ibarra es más que una estructura de hierro. Es un monumento a todos los trabajadores que durante casi un siglo bajaron a las profundidades de la tierra, arriesgando sus vidas para sacar el carbón que alimentaba el progreso.

A ellos, y a sus familias, el Haya Fagus dedica su recuerdo y admiración. Y el castillete, erguido sobre la escombrera, sigue montando guardia sobre el valle, con la misma dignidad con la que el Haya de 500 años se alza sobre el bosque.

Fuente: Contenido basado en el trabajo del historiador José Andrés González Pedraza, investigador del patrimonio minero de la comarca de Gordón.

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